10 iglesias en Israel que te cuentan la historia de Jesús

Una de las cualidades más excepcionales de visitar las iglesias de Israel es que todas, sin importar si son una capilla o una basílica, una iglesia o una catedral, todas fueron construidas en el lugar donde ocurrieron los hechos contados en la biblia, el paisaje donde ocurrieron las historias que escuchamos desde niños.
Hay, por supuesto, muchas iglesias importantes pero para dejar ganas de más hemos elegido solo diez iglesias que relatan los principales eventos en la vida de Jesús.
Basílica de la Anunciación
El lugar donde todo empezó. La Iglesia de la Anunciación está ubicada en el corazón de Nazaret, en el lugar donde, según la tradición, estuvo una vez la casa de María.
Hoy Nazaret es una ciudad de 70.000 habitantes, pero hace 2.000 años era una pequeña aldea. Según la tradición católica, este es el lugar donde el ángel Gabriel le anunció a María que concebiría un hijo y se convertiría en la madre de Jesús, Hijo de Dios.
La importancia teológica es inmensa, porque aquí es donde Dios se hizo humano o, según el Evangelio según Juan, «la Palabra se hizo carne» (Juan 1:14). La Basílica de la Anunciación ha sido construida y destruida varias veces. En su version actual fue construida en 1969 pero la importancia de este sitio (y de los sitios a seguir) no radica en el edificio sino en el sitio arqueológico en su interior, identificado como la casa de María.

Basílica de la Natividad
Según la tradición, María y José fueron llamados a Belén, ciudad natal de José, a tomar parte del censo organizado por los romanos, y es así como llega María embarazada a esta ciudad que también vio nacer al rey David.
La historia nos cuenta que por llegar tarde a la aldea, no fueron capaces de encontrar una habitación disponible en alguna casa de huéspedes y no tuvieron más opción que hospedarse en un pesebre, construcción destinada a la cría y alimentación de animales domésticos. Esta costumbre no era extraña en aquellos tiempos.
Esta iglesia ha sido reconstruida y remodelada en varias ocasiones desde su construcción en el año 325 EC hasta su forma actual.
Yardenit
Juan el Bautista reconoció a Jesús como el Hijo de Dios y lo bautizó en las aguas del río Jordán. Este es la primera vez en el Nuevo Testamento en que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo se mencionan juntos. Juan bautizó a Jesús donde, según la tradición, Josué (quien dirigió a los israelitas después de la muerte de Moisés) cruzó el río Jordán con las tribus israelitas al entrar a la tierra de Israel luego del éxodo de Egipto.
Las aguas del río Jordán simbolizan una nueva era para el cristianismo. En los primeros siglos muchas tradiciones cristianas conmemoraban la fecha del bautismo como más importante que la fecha de nacimiento dado que fue a partir de este momento que Jesús inicia su misión.
Iglesia Sinagoga
Jesús creció en Nazaret. El Nuevo Testamento nos cuenta poco sobre la niñez y juventud de Jesús, de hecho casi nada desde su nacimiento hasta los 30 años, pero es importante recordar que la mayoría de esos años los vivió en Nazaret.
Después de que Jesús fue bautizado, regresó a Nazaret y predicó en una sinagoga, dando a entender que él era el Mesías. La multitud estaba disgustada y lo sacaron de la sinagoga con la intención de hacerle daño, pero Jesús desapareció entre la gente. Decepcionado por la gente de Nazaret, se mudó a la zona que rodea el mar de Galilea, donde vivió durante tres años.
Es importante recordar que Jesús nació judío, sus discípulos eran todos judíos, predicó a los judíos y fue enterrado judío. Para comprender la vida de Jesús, debemos comprender la época en la que vivió: el final del segundo Templo, el siglo I EC.

Cafarnaúm
Luego de dejar Nazaret, vivió en Cafarnaúm, es por esto que es conocida también como: la ciudad de Jesús. Cuatro de los apóstoles de Jesús vinieron de de esta ciudad: Andrés, Santiago, Juan y Simón Pedro.
Hoy Cafarnaúm es un sitio arqueológico que incluye lugares mencionados en el Nuevo Testamento. La impresionante sinagoga de Cafarnaúm data del siglo V pero fue construida sobre las ruinas de una sinagoga que data del siglo I, donde Jesús, según el Nuevo Testamento, oró, predicó y realizó milagros (Lucas 4: 31-36). No muy lejos de la sinagoga se encuentra una iglesia octogonal moderna, que fue construida sobre una iglesia del siglo V, que, a su vez, fue construida en el sitio de una casa que data del siglo I.
Según la tradición católica, esta es la casa donde vivió Simón Pedro. La casa se menciona en el Nuevo Testamento y allí se encontraron inscripciones en griego, latín y arameo. El lugar fue probablemente uno de los primeros, si no el primer lugar de reunión para los crecientes seguidores de Jesús, de ahí que se le haya dado el nombre de «domus ecclesia» (casa de reunión).
Getsemaní
Jesús celebró Pesaj (Pascua) en Jerusalén (en el lugar identificado como la Sala de la Última Cena). Después de la cena, caminó con tres de sus discípulos a Getsemaní, que era un rincón tranquilo fuera de la ciudad.
Jesús pidió a sus discípulos que permanecieran despiertos y oraran, pero se durmieron. Sabiendo que sería crucificado, Jesús se arrodilló y oró pidiendo a Dios: » Padre, si quieres, haz que pase de mí esta copa» (Lucas 22:42). Judas se acercó a Jesús y le dio el beso que era la señal para que los romanos lo arrestaran. La Iglesia de Getsemaní se encuentra entre la Ciudad Vieja y el Monte de los Olivos. Es el punto geográfico más bajo y también el punto más oscuro en la vida de Jesús.

Iglesia del Santo Sepulcro
Construida en el monte Calvario, llamado también Gólgota, es el punto exacto donde —según los Evangelios— se produjo la Crucifixión, sepultura y Resurrección de Jesús. Se halla hoy dentro de la Ciudad Vieja de Jerusalén, pero en aquella época esta zona se encontraba por fuera de las murallas de la cuidad.
A lo largo de la historia muchos fueron los cambios edilicios que ocurrieron y varias las disputas entre las diferentes ramas del cristianismo pero no hay duda de que estamos hablando de una de las piedras angulares en la fe de 2400 millones de cristianos en el mundo.

Capilla de la Ascensión
De acuerdo con lo narrado en el Nuevo Testamento, el evento conocido como la Ascensión de Jesús es el último episodio de la vida terrenal de Jesús: cuarenta días después de su muerte y resurrección ascendería al cielo desde la cumbre del monte de los Olivos. Este evento es celebrado en todas las confesiones cristianas y junto a la Pascua y Pentecostés es una de las fiestas más importantes del calendario eclesiástico. Hoy el sitio es una mezquita que alberga una losa de piedra que se cree contiene una de sus huellas.
El Cenáculo
Diez días después de la ascensión de Jesús, sus discípulos se reunieron en el Salón de la Última Cena, «De repente vino del cielo un ruido, como el de una violenta ráfaga de viento, que llenó toda la casa donde estaban, y aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y fueron posándose sobre cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía que se expresaran” (Hechos 2:1-4).
El día en que se reunieron es exactamente 50 días después de Pesaj, que en el calendario judío se conoce como la festividad de «Shavuot» que conmemora la entrega de las tablas de la ley por parte de Dios a Moisés, en el Monte Sinaí. Para el cristianismo, esta festividad es conocida como Pentecostés y representa el nacimiento de la iglesia como organización. Esta sala es entonces la madre de todas las iglesias ya que fue desde aquí donde los discípulos divulgaron la palabra de Jesús al mundo.
Iglesia de San Pedro (Jaffa)
Esta iglesia en Jaffa es diferente de las otras en dos aspectos: la primera es que no tiene ninguna conexión con la vida de Jesús, sino con la vida de uno de sus discípulos, Simón Pedro. Y la segunda es que no tiene ninguna conexión con el judaísmo, incluso todo lo contrario, este lugar es el que marca la separación del cristianismo del judaísmo.
Según la tradición, la iglesia se encuentra en el lugar donde una vez estuvo la casa de Simón el curtidor. Mientras Simón Pedro se hospedaba en su casa tuvo una visión en la que el cielo se abría y de él descendía un gran lienzo donde había toda clase de cuadrúpedos, reptiles y aves. Entonces oyó una voz que le decía: «Pedro: levántate, mata y come.» Pero Pedro respondió: «No, Señor, porque nunca he comido nada que sea común o impuro.» Por segunda vez la voz le dijo: «Lo que Dios ha limpiado, no lo llames común.» (Hechos 10: 9-16). El significado de la visión es que los seguidores de Jesús no necesitan seguir las reglas judías. La separación entre el judaísmo y el cristianismo fue un proceso largo que terminó 300 años después cuando la Pascua se desconectó de Pesaj en el Primer Concilio de Nicea.
