
La Elite Oligarca Latifundista En Judea
En todos los estratos de la lengua hebrea existe la expresión compuesta por los dos vocablos Am (Pueblo) Haaretz (la Tierra) que se traduce literalmente como Pueblo de la Tierra. A primera vista un neófito del hebreo podría erróneamente entender que se trata simplemente del pueblo que habita un país. Pero no es así de simple la cosa.
En hebreo post bíblico, tanto rabínico, mishnaico y talmúdico, como medieval y moderno un Am HaAretz significa contrariamente al liderazgo elitista rabínico fariseo, un judío ignorante y hereje, alguien del populacho, que no sabe ni conoce las leyes de la Torá, que por ignorancia también puede convertirse en un apicores, un hereje que no guarda sus mandamientos, y no será parte del mundo venidero.
Pero en el hebreo bíblico, especialmente en los libros historiográficos, historiosóficos como Reyes y Crónicas y en algunos libros proféticos como Jeremías y Ezequiel la expresión tiene un significado totalmente diferente. No hay duda que estas dos palabras sufrieron un desarrollo semántico diacrónico en su significado. Siempre figura en relación al reino de Judea y su capital Jerusalén y nunca es utilizado para el reino septentrional de Israel o su capital Samaria.
Tres episodios históricos tienen como principal protagonista a este singular grupo llamado Am HaAretz. El primero es relatado en el libro 2 Reyes, 11 .Allí Am HaAretz colaboran con el sacerdote Yehoyada para destituir en un violento golpe de estado a la reina Ataliá, hija de la dinastía omrida septentrional israelita en el siglo 9 AEC, después de un interregnum de 6 años, única excepción en siglos de gobierno dinástico davídico, entre el siglo 10 y el 6 AEC, restituyendo al legítimo y único heredero con vida descendiente davídico, Yoash Ben Ajaziahu, y restaurando la triple alianza entre el rey, el pueblo y Yavé, su Dios, así como el culto oficial yaveista. En el capítulo 12 Yoash es asesinado por sus siervos y reemplazado por su hijo Amaziahu que también es asesinado en el capítulo 14, cuando Am Yehudá (aparentemente Am HaAretz) se apresura a coronar a su joven hijo de 16 años de edad, Azariahu // Uziahu. Hasta el rey Amon hijo de Menashe no ocurrieron más asesinatos políticos ni crisis de gobierno en la continuidad de la dinastía davídica en el trono. En el capítulo 21 de 2 Reyes nos cuentan que Amon Ben Menashe fue asesinado por sus siervos quienes fueron asesinados a su vez por Am HaAretz que entronan a su pequeño hijo de solo 8 años de edad, Yehoshiahu, o sea Josías que en el 621 AEC realiza su famosa reforma deuteronomista anulando para siempre el henoteísmo judaíta y estableciendo un fuerte yaveismo exclusivista concentrado monolatricamente en el Templo salomónico jerosolimitano. Josías cayó en la batalla de Meguido en el 609 AEC contra el faraón Necho que iba a auxiliar a la decadente Asiria contra Babilonia en la batalla de Karkemish. Am HaAretz se apresuran a ungir al hijo menor de Josías, Yehoajaz, en lugar del primogénito legítimo sucesor de la corona, Eliakim (la unción del rey se hacía por lo general por un profeta o un sacerdote con el aceite de oliva, lo cual da a pensar que aquí Am HaAretz se toma licencias rituales fuera de lo común, por razones de estabilidad política en el reino lo cual nos describe hasta qué punto este aristocrático grupo era fuerte en la sociedad judaíta del siglo 7 AEC). Cuando el faraón Necho regresa triunfal de la batalla de Karkemish en la cual logra por cuatro años frenar el avance caldeo babilónico sobre Asiria y Egipto, destituye a Yehoajaz luego de gobernar solo tres meses en el 609 AEC, coronando a su hermano mayor, cambiándole su nombre por Yehoyakim.
Este fue vasallo egipcio hasta el 605 AEC, cuando finalmente el monarca babilónico Nabucodonosor logra conquistar el mundo de manos de Asiria. Once años Judea fue vasalla de Babilonia hasta que Yehoyakim decidió rebelarse contra su otrora benefactor Nabucodonosor, muriendo en medio del sitio babilónico sobre su capital Jerusalén, heredándole a su joven hijo de solo 18 años Yehoyajin un reino aplastado y destruido en el 597 AEC, cuando el joven rey decide rendirse para salvar la caída de su capital siendo exportado a Babilonia y encarcelado hasta el 560 AEC, cuando es liberado de la cárcel por el sucesor Merodaj Baladan
(2 Reyes ,25).Lo sucede su tío Seducías quien será el último monarca de la dinastía davídica, hasta la destrucción total del segundo templo y Jerusalén en el 586 AEC. Es posible argumentar que Am HaAretz prefirió violar la norma de la primogenitura coronando a Yehoajaz en lugar de su hermano mayor Yehoyakim, porque coincidía en su concepción geopolítica anti-egipcia y pro-babilónica contra Asiria conllevada de una fuerte visión yaveista exclusivista concentrada en el Templo de Jerusalén, promovida por los deuteronomistas como su padre Josías había llevado a cabo, mientras Yehoyakim quería llevar adelante, así como lo hizo, una política pro-egipcia anti-babilónica, favoreciendo una vuelta a un henoteísmo pluralista como lo era antiguamente. En todos los casos es clarísimo que Am HaAretz interviene activamente en la arena política interna e internacional a fin de salvaguardar la continuidad de la dinastía davídica, que lleva a delante una línea anti-egipcia pro-babilónica que creía le otorgaría ventajas expansionistas al antiguo territorio del ex reino samaritano en el norte de Israel, y una clara línea pro yaveista exclusivista concentrada en Jerusalén como santuario único tal como lo dicta el libro del Deuteronomio. Según lo escrito en Jeremías, 5: 8 y Ezequiel, 45: 9-8, habrían logrado acaparar la mayor parte de los terrenos rurales agrícolas, convirtiéndose así en una élite aristocrática y oligarca latifundista, anulando las leyes de la enfiteusis de la Torá que prohíben vender tierras y terrenos entre las tribus para mantener una equidad socio económica entre todas la tribus. La monarquía centralista finalmente habría asestado un duro golpe final a la igualdad y a la autonomía del otrora gobierno de ancianos tribales, especialmente en el reparto justo de las tierras y los medios de producción.
En resumen: analizando todos los 51 escritos en los cuales figura éste grupo llamado «Am HaAretz» el pueblo de la tierra, vemos que se trata de una élite oligarca pro-davídica. que al parecer tuvo una enorme influencia en los círculos deuteronomistas, que concibieron la finalización del henotenismo pluralista y el comienzo de la monolatria exclusivista que conllevara al monoteísmo deuteroisaiaco un siglo después, y también contribuyó a la centralización de la ciudad de Jerusalén como capital religiosa y espiritual que la llevó a su status actual a ser la referente de las tres religiones abrahámicas monoteístas, y al comienzo de la idea política conocida como mesianismo, la supuesta eterna continuidad de la dinastía davídica en el poder, como ungido elegido por Yavé para reinar sobre su pueblo desde su capital eterna.