El Hércules del Talmud

Es costumbre decir de los judíos, a lo largo de la historia, que son especialmente buenos en la charla y la erudición, pero ya en el Talmud se cuenta sobre un gran sabio que también era conocido por su fuerza muscular.
En la película «Airplane!» de 1980 (“¡Aterriza como puedas!” en España e “Y, ¿dónde está el piloto?” en Hispanoamérica), uno de los pasajeros pide algo ligero de leer, en respuesta, la asistente de vuelo le ofrece un muy pequeño folleto titulado «Famosas leyendas deportivas judías». No es la primera vez que en la comedia se ríen de la supuesta incompetencia de los judíos en los deportes. Y aunque se puede argumentar que los judíos siempre prefirieron el aprendizaje por sobre la actividad física, hubieron judíos musculosos y atléticos. Y hubo también quienes, al menos según las leyendas, hicieron ambas cosas. Esta es la Historia de Reish Lakish.
Primero que nada, su nombre. En algunas de las historias del Talmud se dice que su nombre es en realidad Rabí Simón Ben Lakish. Los comentaristas estaban divididos sobre el origen del nombre. Según se sabe, Lakish es el nombre de la ciudad de la que proviene Rabí Simón (Laquis, en el sur de Israel). Entonces, ¿de dónde viene el nombre, Reish? En arameo la palabra “Rish” significa cabeza, y es una de las posibilidades de que Rabi Simón haya sido la cabeza o el primero entre los sabios de Lakish. Otra posibilidad se encuentra, quizás, en un error de escritura, en hebreo las iniciales se separan con comillas y no con puntos y estas comillas (“) pueden fácilmente confundirse con la letra Yod (י) en hebreo. Y de ahí Reish (Rabi Shimon) Lakish.

Hoja del Talmud donde figura una discusión entre Rabi Simón Ben Lakish y Rabi Yojanan
Está escrito en el Talmud que nació en el seno de una familia de sabios y estudiosos en la ciudad de Séforis (tzipori), en el norte de Israel, y por razones que no se saben, luego de estudiar por muchos años las enseñanzas de la Torá, Simón deja las letras y se “vende a un Ludus”, así nos cuenta el Talmud.
¿Qué es un Ludus? Aquí también hay varias interpretaciones. Ludus era el término con que en la antigua Roma, imperio que dominaba la Tierra de Israel en esa época, se designaba a la escuela elemental y primaria, pero también significaba entrenamiento, diversión o juego, hasta el día de hoy conservamos en el idioma español su raíz en la palabra “Lúdico/a”.
Pero una interpretación más interesante quizás es la que “se vendió” a una escuela de Gladiadores, que era también una acepción para la palabra Ludus y se convirtió así, Simón Ben Lakish, en un luchador de la arena.
Un gladiador fue un combatiente armado que entretenía al público durante la República y el Imperio romano en confrontaciones violentas contra otros gladiadores, animales salvajes y condenados a muerte. Algunos gladiadores eran voluntarios que arriesgaban sus vidas y su posición legal y social al presentarse en la arena, este quizás era el caso de Simón. Pero la mayoría eran menospreciados por ser esclavos, educados en duras condiciones, marginados socialmente y segregados incluso tras la muerte.

En el Talmud se cuentan muchas historias sobre las aventuras de nuestro protagonista. Una de las historias cuenta que, cansado de escapar de las garras de los leones, pide unas vacaciones de las arenas a lo que su compañía acepta con la condición de que venciera a todos sus compañeros en un combate. Tomando una bolsa con una roca en su interior grita que con un golpe y medio acabará con todos. Se le acercan rodeándolo y con el primer golpe de su puño logra vencer a uno solo de sus rivales generando la risa de todos respondiendo Lakish: “de que se ríen, me queda medio golpe” y tomando la bolsa logró tirarlos a todos de un solo golpe.
Otra historia cuenta como Reish Lakish ayuda a un sabio de su ciudad a escapar de unos malhechores utilizando su destreza. En otra, devuelve las pertenencias de una pareja de ancianos que fueron robados. . Al mismo tiempo, se le describe como un gran sabio, uno de los más grandes sabios de la historia judía por sus interpretaciones de la Torá en la Guemará.
El Talmud nos cuenta otra historia. Luego de mucho tiempo de estar lejos de las escrituras sagradas termina Reish Lakish siendo jefe de una pandilla de atracadores de caminos. En una de sus andanzas encuentra un hombre bañándose en las aguas del rio Jordán y al intentar robarle, este hombre, Rabi Yojanan le convence de meterse al agua con él y conversar. En este acto no solo se convierten en grandes amigos sino que además lo persuade de dejar el delito y dirigir su gran fuerza al estudio de las fuentes ofreciéndole casarse con su hermana.

Pero la historia no termina ahí, más adelante en el Talmud nos cuentan que en una discusión halájica sumamente acalorada entre Rabi Reish Lakish y Rabi Yojanan sobre leyes de cashrut y la impureza de cuchillos, Yojanan alude que quien era un ladrón y un luchador, debe saber algo sobre cuchillos. Reish Lakish quedó sumamente ofendido y Rabi Yojanan se negó a disculparse hasta incluso la muerte de Simón.
Este es el final de la historia de Reish Lakish, una figura controvertida en el paisaje talmúdico. La popularidad del Talmud babilónico, la Guemará, aseguró que el sabio y culturista talmúdico se conservaría en la memoria colectiva judía principalmente como un converso que se arrepintió, mientras que en las tradiciones de Eretz Israel presentadas en el Talmud de Jerusalén se lo presenta de una manera más positiva. Su carácter extraordinario y su amistad con el rabino Yojanan inspiraron a los poetas hebreos modernos y también, como se puede ver en algunas fotos adjuntas a este artículo, a los creadores de cómics israelíes contemporáneos. El sabio erudito, que también era conocido por su fuerza muscular, despertó nuestra propia curiosidad, y esperamos haber podido despertar su curiosidad también.