Este portal lleva este nombre gracias a un par de felinos tallados en la roca de aspecto feroz. Aunque realmente se trata de leopardos, no de leones, que son el símbolo heráldico del sultán mameluco Baibars que reinó en el siglo XIII. También se llama Puerta de San Esteban, en honor al primer mártir cristiano, que según la tradición fue apedreado cerca de este lugar. La puerta de los Leones, que conduce a las piscinas de Bethesda, la Vía Dolorosa y los mercados, se hizo famosa durante la Guerra de los Seis Días dado que es por esta apertura en la muralla por la cual entraron los paracaidistas de las Fuerzas de Defensa de Israel.