
En el segundo Seder de Pesaj, en la última noche del jag (la sexta en Israel y la séptima en la golah en la diáspora) se lee la Meguillat Shir Hashirim o sea lo que se conoce como el Cantar de los Cantares. Conmemorando el «milagroso» cruce de los esclavos israelitas del Yam Suf, o Mar de Juncos, mal traducido como Mar Rojo. ¿Qué tiene que ver la lectura del Cantar con éste relato?
Empecemos por dilucidar qué es la Meguillat Shir Hashirim.
El Cantar es una antología de poemas eróticos atribuidos por los editores en forma pseudo epigráfica a Shlomo hamelej, el rey Salomón, hijo del rey David, cuando se ve claramente que el hebreo del Shir Hashirim es posterior y tardío de la época del Segundo Templo. Aparece por ejemplo la palabra persa “pardes”, jardín de cítricos, o construcciones gramaticales arameas como Shir Hashirim she le Shlomo en el título, transcripción del arameo, en lugar del clásico “asher le…” del hebreo clásico del Primer Templo.
La relación entre éste poema de amor y erotismo con el cruce del mar es que al ser este libro un tanto promiscuo y detallista en sus metáforas , cosificando y objetivizando la bella anatomía humana, tanto masculina como femenina, así como del coito clásico, el sexo oral y la masturbación femenina, fue perentorio realizarle una fuerte hermenéutica midráshica por parte de los sabios rabínicos post fariseos, conocidos como Jazal, Jajamenu Zijram Le Brajah, a fin de introducirlo en el canon de las escrituras sagradas para la grey judía.
¿Por qué no lo censuraron enviándolo a ser parte de la olvidada y enterrada literatura apócrifa?
Por dos motivos básicos: por lo general en la pluralista y democrática literatura judía no se censura casi nada porque siempre hace falta la tensión dialéctica de la discrepancia para mantener vivo al judaísmo sobre la base del desacuerdo que paradójicamente nos une en el debate y la discusión permanente.
El segundo motivo es que esta antología poética era una especie de «best seller» muy querido en especial entre los jóvenes y las doncellas que se encontraban en los antros bailables de la época, ergo en los campos, las viñas y las posadas y no iban a permitirlo, Cualquier político sabe que necesita consenso popular para tomar medidas tan drásticas y los rabinos no eran la excepción a la regla. Decidieron dejarlo como parte del Tanaj cambiándole su rótulo de poesía erótica casi pornográfica a literatura religiosa mediante la alegoría mashálica.
Rabí Yehuda dice, “El Cantar de los Cantares transmite impureza a las manos” sobre Eclesiastés dice, “hay discrepancia”. Rabí Yossi dice, “Eclesiastés no transmite impureza a las manos, sobre el Cantar de los Cantares hay discrepancia”.
Rabí Akiva dice: “¡El cielo no lo permita! Ni una sola persona entre los israelitas discute si el Cantar de los Cantares convoca a la impureza de las manos, porque el mundo entero no merece el día en que el Cantar de los Cantares fue entregado a Israel. Todos los escritos son sagrados, pero el Cantar de los Cantares es el más sagrado de los sagrados. Si discutieron fue sobre Eclesiastés”… Y así se resolvió(Mishna. Tratado de Yadaim 3:4)
Rabi Akivah nos dice entonces que no se trata de un poema con piropos y frases de amor entre dos adolescentes hormonales sino de una metáfora, una alegoría en la cual el muchacho, el amante, el novio es Dios y la manceba, la chica, la novia es el pueblo de Israel, Knesset Israel. Este texto era en la interpretación midráshica un poema de Amor Divino entre Dios y su Pueblo Elegido, Israel.
La mayor prueba de amor de Yhwh para con su amado pueblo Israel fue sin duda la liberación de la esclavitud y el Éxodo por el desierto hacia la Tierra Prometida incluyendo el cruce del Mar Rojo.
Siglos más tarde el cristianismo haría su propia relectura midráshica aduciendo que la pareja son la Iglesia y el Señor (Yhwh el Padre, su hijo Jesucristo mediante el Espíritu Santo).
Lo mejor, obviamente, es leer el Cantar así en su contexto cultural como lo que es: una poesía erótica de amor loco y desenfrenado atribuido al mujeriego del rey Salomón, al lado de la cual el «Decameron» y «Las 50 sombras de Grey» se ruborizan.