¿Que esconde La Cúpula de la Roca?

No hay álbum de fotos de Israel donde no aparezca su belleza o postal de Jerusalén que no la lleve como protagonista. Sagrada para muchas religiones y protectora de lo que para la tradición judía es La piedra Angular de la Creación del Mundo y el Axis Mundi que conecta el cielo y la tierra. Esta vez hablaremos de lo que esconde y lo que nos cuenta el Domo de la Roca.
El horizonte de Jerusalén está dominado por este santuario musulmán llamado Qubbat al-Sakhrah, la Cúpula de la Roca en árabe. Construido entre 685 y 691 E.C., este santuario es la primera pieza de arquitectura islámica patrocinada por un gobernante musulmán que fue creada como una obra de arte.
Construida para trascender su función por la calidad de sus formas y expresión, la Cúpula sigue en pie en gran parte de su forma original y con una buena parte de su decoración original siendo así la construcción musulmana más antigua del mundo.

Su cúpula de madera dorada, que tiene aproximadamente 20 metros de diámetro, se eleva a una altura de unos 30 metros por encima de la plataforma circundante. Está sostenida por una arcada circular de cuatro pilares y doce columnas. Rodeando este círculo hay una arcada octogonal de ocho pilares y dieciséis columnas, que ayudan a sostener la cúpula.
El muro exterior repite esta forma octogonal, cada uno de los ocho lados mide unos 18 metros de ancho y 8 metros de alto. Tanto la cúpula como las paredes exteriores contienen una gran cantidad de ventanas que son las que iluminan todo el espacio interior.
La extensa decoración proviene de una variedad de períodos distintos que incluyen mosaicos, madera pintada, mármol, azulejos multicolores, alfombras y piedra tallada, que cubren la mayor parte del exterior e interior del edificio.
Muchas de las 45.000 baldosas exteriores azules y doradas se instalaron bajo el encargo de Solimán el Magnífico en el siglo XVI conformando la escritura de la Sura 36, Yaasin (el ‘Corazón del Corán’) y la Sura 17, Al-Isra, que narra la historia del Viaje Nocturno de Mahoma. En el interior, 1.525 metros cuadrados de elaborados mosaicos cubren las paredes que consagran la roca mística bajo la cúpula que en el 2017 fueron terminadas de restaurar luego de 7 años de trabajos intensivos.

Los intrincados patrones y formas geométricas de los mosaicos reemplazan el arte figurativo ya que, según la fe musulmana, sería imposible representar a Alá en cualquier forma figurativa.
En cambio, el santuario transmite su propio mensaje a través del color y la forma. En el arte islámico, el azul, el color del cielo, sugiere el infinito, mientras que el oro representa el color del conocimiento de Dios.
La forma de la cúpula en sí es un poderoso símbolo del gran ascenso al cielo, su círculo representa la integridad y el equilibrio esenciales para la fe musulmana.

La Cúpula de la Roca se encuentra construida sobre la roca madre del monte Moriá, donde, según la creencia judía, Abraham ofreció a su hijo Isaac como sacrificio. Las inscripciones dentro del edificio glorifican al Islam como la verdadera y ultima revelación y culminación de las creencias del judaísmo y el cristianismo. En realidad, el edificio no es una mezquita, sino un templo, erigido sobre este lugar sagrado siguiendo los estilos y patrones de las cercanas iglesias y palacios bizantinos.
Según la tradición islámica posterior, la Roca (al-Sakhra) en medio del edificio era el lugar desde el que Mahoma ascendió al cielo después de su milagroso viaje nocturno de La Meca a Jerusalén en el corcel alado al-Buraq.

Construida casi 20 años antes que la Mezquita de Al-Aqsa se construyó el domo como un santuario para peregrinos, y hay historiadores que dicen que la Cúpula de la Roca se encargó no solo con fines religiosos sino también políticos.
El Califa Abd al-Málik colocó el monumento en el ´Haram esh-Sharif´, el Noble Santuario, para consagrar la roca sagrada. Sin embargo, junto con el componente teológico, también hubo un propósito político para la construcción de la Cúpula.
A finales del siglo VII, el mundo musulmán se vio desgarrado por un conflicto entre grupos de distintas tradiciones, cada uno de los cuales afirmaba ser el único heredero de Mahoma. Según la tradición, Mahoma primero seleccionó a Jerusalén como la ´Alquibla´, la dirección en la que los fieles deberían mirar durante la oración. Más tarde, el profeta redirigió a sus seguidores para que miraran hacia la ciudad de La Meca cuando rezaran, para simbolizar la independencia del Islam de las otras religiones monoteístas que habían elegido a Jerusalén como su ciudad más santa.
Sin embargo, a finales del siglo VII, el Califa Abd al-Málik quiso disuadir a sus seguidores de hacer la peregrinación a La Meca porque temía que pudieran caer bajo la influencia de uno de sus rivales musulmanes. Por lo tanto, construyó la Cúpula con la esperanza de establecer a Jerusalén como el principal destino de peregrinación musulmana, para poder retener a sus seguidores y atraer nuevos.

Si bien La Meca sigue siendo la alquibla de los musulmanes, Jerusalén es venerada como el tercer lugar más sagrado del mundo. La peregrinación a Jerusalén es el destino final de la peregrinación principal (Hach), lo que permite a los musulmanes conmemorar el significado de la ciudad para su fe. La Cúpula dorada de la Roca, reclamada y restaurada durante un siglo tumultuoso de conflicto entre musulmanes y cristianos, se eleva por encima de las murallas de la Ciudad Vieja como un icono del significado perdurable de Jerusalén para la fe musulmana y símbolo internacional de la belleza de esta sagrada ciudad.
