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Simbología del Cristianismo

Parte 2

Ichtus

Los símbolos son una forma gráfica, rápida y precisa, de transmitir conceptos e ideas. Desde principios de la humanidad, incluso antes de inventada la escritura, ya se utilizaban símbolos como forma de expresión. En el cristianismo estos símbolos están nutridos de concepciones teológicas, filológicas y filosóficas que nos ayudan a interpretar esta fe multitudinaria.

Continuando con el artículo anterior donde te empezamos a contar sobre la simbología en el cristianismo, aquí el siguiente articulo donde te contaremos sobre las representaciones simbólicas de Cristo.

Símbolos gráficos

Monograma de Cristo

Se llama crismón al monograma de Cristo formado por las letras griegas, entrelazadas, ji y ro (X = JI ; P = RO), primeras letras de la palabra Christos.

Crismon

Este monograma con frecuencia está flanqueado por la primera y última letra del alfabeto griego, alfa y omega, para indicar que Cristo es principio y fin. Cuando el crismón simboliza la Crucifixión, está flanqueado por el sol y la luna.

Tras la temprana incorporación de las letras A y Ω, uno de los rasgos más destacados introducidos en época altomedieval consistió en la aparición de una letra S, generalmente en el extremo inferior de la RO. Se trata de la última letra del nombre de Cristo (Christos).

Crismon 2

Trigrama de Cristo

El monograma griego fue reemplazado más tarde por el trigrama latino, que se compone de las letras J H S, y que ha sido interpretado de diversas maneras. Puede tratarse, simplemente, de una abreviatura de Jhesus, que era la ortografía usual en la Edad Media o quizás como Iesus Hominum Salvator (“Jesús salvador de los hombres”, en latín) La letra J y la I son frecuentemente intercambiadas en el latín.

Trigrama de Cristo
Trigrama de Cristo

San Ignacio de Loyola adoptó el trigrama en su sello como general de los jesuitas (1541), por lo que se convirtió en el emblema de la orden.

Emblema Jesuita

Emblema de la Compañía de Jesús

San Ignacio de Loyola

San Ignacio de Loyola

Monograma Sagrada Familia

Trigrama en el Templo Expiatorio de la Sagrada Familia. Barcelona, Cataluña (España)

Emblema del Papado de Francisco

Emblema del Papado de Francisco

Símbolos zoomórficos

El Pez

El pez es signo de pureza, de sabiduría, de fecundidad y de resurrección. Como tal, está frecuentemente asociado a la iconografía del bautismo; decora especialmente las pilas bautismales.

Desde un punto de vista alimenticio, tanto para los cristianos como para los pueblos de la Biblia, la carne del pez es siempre más limpia que la del ave o el cuadrúpedo. De ahí, en la iconografía medieval, la abundancia de escenas de comida en que se ven peces dispuestos encima de la mesa, empezando por la propia Última Cena. En la imagen, éstos tienen frecuentemente un significado eucarístico.

Ichtus

Ademas, El ichtus (en griego ΙΧΘΥΣ «pez») es un símbolo que fue empleado por los primeros cristianos como un símbolo secreto. El acrónimo significa Ἰησοῦς Χριστὸς Θεοῦ Υἱὸς Σωτήρ «Jesucristo, Hijo de Dios, Salvador».

IXTYS

Desde el siglo I este ideograma se adopta como señal de reconocimiento y de veneración por los discípulos de Cristo y disfruta de representación en numerosísimos objetos y documentos. Raras son las inscripciones funerarias que no lo contienen. A partir del siglo IV, cuando en Occidente el latín se convierte, en lugar del griego, en la lengua de la Iglesia, este ideograma, difícil de comprender, se transforma en una especie de adivinanza, y se emplea menos.

Los peces representan igualmente a los fieles pescados por esos pescadores simbólicos que son Cristo, los apóstoles y los obispos.

El pez y el ancla

El pez y el ancla

En el cristianismo, el ancla se convirtió en símbolo de Cristo quien evita el “naufragio espiritual”. Entre los poetas místicos, el áncora y la cruz unidas (cruz-ancla) expresa la voluntad de no abandonarse a los remolinos de la sensibilidad humana, fijando la voluntad a la cruz de Cristo como fuente de toda gracia.

El cordero

El cordero es uno de los símbolos cristianos más frecuentes. El cristianismo primitivo representa a menudo a Cristo bajo la forma de un cordero. Se le suele representar, con nimbo, halo o aureola, sosteniendo con la pata una cruz alta o una bandera.

El Cordero

La identificación de Cristo con el cordero tiene su origen en varios versículos bíblicos, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. En el texto de Isaías, se introduce la comparación del Mesías con el cordero: “Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca” (Isaías. 53:7).

En el Nuevo Testamento es esencial la exclamación de Juan el Bautista al ver a Cristo durante el episodio del bautismo en el Jordán: “El siguiente día Juan vio que Jesús venía hacia él, y dijo: «Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.” (Juan 1:29).

Sin duda, el texto más relevante para la representación de Cristo como cordero es el Apocalipsis: “Miré, y vi entre el trono (con los cuatro seres vivientes) y los ancianos, a un Cordero, de pie, como inmolado, que tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete Espíritus de Dios enviados por toda la tierra”. (Apocalipsis 5:6)

Símbolos antropomórficos

El pescador de almas

La imagen de Cristo pescador de almas está sugerida por la vocación de los cuatro primeros apóstoles: Pedro y Andrés, Santiago y Juan, que vivían de la pesca en el Mar de Galilea. Por ello, es frecuente ver en pinturas de catacumbas y en las caras laterales de sarcófagos, el Cristo Pescador de almas pescando con un anzuelo un pez, símbolo del alma salvada. Con frecuencia forma pareja con el Buen Pastor.

El pescador de hombres

El Buen Pastor

Es el tema más representado en la iconografía paleocristiana y pueden encontrarse testimonios a partir del siglo II en los frescos de las catacumbas. La inspiración de las primeras representaciones se toma de la imagen de Orfeo — al que se le atribuía el don de encantar a los animales mientras tocaba la lira —, y de las representación de las obras romanas en las que el cordero entre los brazos era un símbolo de filantropía.

El Buen Pastor generalmente está representado con los rasgos de un joven pastor adolescente y es una advocación aplicada en el Antiguo Testamento a Dios (Yahvéh) como alegoría y en el Nuevo Testamento a Cristo como la parábola: ”¿Quién de ustedes, si tiene cien ovejas y pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, gozoso la pone sobre sus hombros, y al llegar a su casa reúne a sus amigos y vecinos, y les dice: “¡Alégrense conmigo, porque he encontrado la oveja que se me había perdido!” (Lucas 15: 4-6)

La exégesis interpreta que la función de Dios o Jesucristo como Buen Pastor es la salvación de la “oveja descarriada”.

El Buen Pastor

Muchos son los iconos y símbolos que nos cuentan tanto de la historia, la fe y la teología Cristiana. En la próxima parte del articulo hablaremos sobre los diferentes tipos iconográficos de Jesucristo como la encarnación de Dios en la tierra.

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