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Simbología del Cristianismo

Parte 3

El mosaico de Cristo Pantocrátor en la Iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén. Foto de Natalia Volkova

El mosaico de Cristo Pantocrátor en la Iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén. Foto de Natalia Volkova

Los símbolos son una forma gráfica, rápida y precisa, de transmitir conceptos e ideas. Desde principios de la humanidad, incluso antes de inventada la escritura, ya se utilizaban símbolos como forma de expresión. En el cristianismo estos símbolos están nutridos de concepciones teológicas, filológicas y filosóficas que nos ayudan a interpretar esta fe multitudinaria.

Continuando con esta serie de artículos sobre la simbología en el cristianismo. En el primer artículo hablamos de cruces y símbolos de las diferentes confesiones, en especial en Jerusalén. En la segunda parte ahondamos en las representaciones gráficas de Jesús. Y en esta tercera entrega enfocaremos en los tipos iconográficos que representan la dualidad Cristo/Dios

Pantocrátor o Cristo en Majestad

Pantocrátor es un vocablo griego que significa »todopoderoso». El Pantocrátor es la representación bizantina del Todopoderoso, Cristo, en el Juicio Final.

Es una figura, siempre mayestática, que se muestra con la mano diestra levantada para impartir la bendición y teniendo en la izquierda los Evangelios o las Sagradas Escrituras.

El pantocrátor se suele representar en el exterior, en los tímpanos de las portadas, esculpido en piedra; o, en el interior, pintado en las bóvedas de los ábsides. En este último caso se le suele representar dentro de una mandorla y rodeado de las cuatro figuras del tetramorfos, es decir, alegorías de los cuatro evangelistas en alusión al Apocalipsis, donde se dice que Cristo estaba rodeado de cuatro animales con cara de león, de becerro, de hombre y de águila. A continuación comienza a identificárselos con los cuatro Evangelistas:

  • Mateo: el hombre
  • Juan: el águila
  • Marcos: el león
  • Lucas: el toro
Pantocrator y tetramorfos

La mano de Dios

El Dextera Domini, en latín, es uno de los símbolos más antiguos de Dios Padre: una mano que sale de una nube. Es la representación figurada más importante de Dios Padre desde el siglo IV al VIII.

¿Por qué se ha elegido una mano como jeroglífico de Dios? Porque la palabra hebrea yad significa a la vez «mano» y «poder»; en estilo bíblico, «Mano de Dios» es sinónimo de poder divino.

Dextera Domini

Suele ser la mano derecha, que por ser la más fuerte. Para significar que es una mano divina, tiene dimensiones colosales y además está rodeada de un nimbo. A veces proyecta un triple rayo de luz, en alusión a la Trinidad, o aparece en medio de una fuente de relámpagos. En algunos casos la mano hace un gesto: de bendición, de mando o de amenaza.

Aparece frecuentemente en las escenas de la ofrenda de Caín y Abel, la orden a Noé de construir el arca, el sacrificio de Isaac o la entrega a Moisés de las Tablas de la Ley. La mano divina se encuentra también presente en algunas escenas de la vida de Cristo (Bautismo, Transfiguración). En las representaciones de la Ascensión en el arte paleocristiano y de la Alta Edad Media, la mano agarra la mano derecha de Cristo como para ayudarlo en su subida al cielo. Figura también en algunas escenas de vidas de santos.

Muchos son los iconos y símbolos que nos cuentan tanto de la historia, la fe y la teología Cristiana. En la próxima y última parte del artículo hablaremos sobre la iconografía del Espíritu Santo y la Trinidad.

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